¡Claro! lava tu almohada y déjala como nueva! Lavando tu almohada adecuadamente, puedes eliminar esas molestas manchas y refrescarla para un sueño más saludable. Sigue siempre las recomendaciones de la etiqueta que te da el fabricante.
Lava tu almohada regularmente, es esencial para mantenerlas limpias y frescas. Se recomienda lavarlas cada dos o tres meses con agua caliente para eliminar la acumulación de suciedad y bacterias. Sin embargo, debido a la composición única del relleno de las almohadas, es posible que quede algo de detergente atrapado incluso después del lavado inicial. Por esta razón, se sugiere usar un segundo ciclo de enjuague para asegurarse de eliminar cualquier residuo de jabón del interior de la almohada.
Para desinfectar la almohada, puedes sumergirla en agua tibia, alrededor de 30ºC, con un detergente neutro. Asegúrate de distribuir bien el detergente en el agua antes de introducir la almohada y dejarla en remojo durante aproximadamente 2 horas. Esto ayudará a eliminar las bacterias y los olores no deseados.
Si la almohada tiene manchas específicas, es recomendable rociar esas áreas con un spray quitamanchas antes de lavarla. Al lavarla en la lavadora, usa una pequeña cantidad de jabón líquido en el dispensador de detergente y asegúrate de no sobrecargar la lavadora. Es mejor lavar solo un par de almohadas a la vez para evitar un centrifugado demasiado vigoroso que pueda dañarlas.
Siguiendo estos pasos, podrás mantener tus almohadas limpias, desinfectadas y en óptimas condiciones para un descanso saludable y reparador.
¿Manchas amarillas en tu almohada? Lava tu almohada con este método y te ayudamos a quitarlas.
Las manchas amarillas se deben principalmente a la saliva y al sudor.
Cuando éstas aparecen en las fundas de almohada es importante abordarlas de manera efectiva para devolverles su blancura original. Aquí te presentamos algunas opciones para eliminar esas manchas y revitalizar tus textiles:
- Receta casera tradicional: Prepara una solución de agua templada con unas gotas de lavavajillas a mano y un chorrito de vinagre blanco o vinagre de limpieza. También puedes optar por el zumo de limón, conocido por sus propiedades blanqueadoras para la ropa blanca.
- Quitamanchas enzimático: Busca un quitamanchas específico para manchas enzimáticas, ya sea consultando la etiqueta del producto o utilizando nuestro comparador de detergentes para lavadora. Además, el oxígeno activo y el percarbonato son alternativas efectivas, especialmente para fundas blancas.
- Lejía o amoniaco: Si la mancha persiste y la funda es blanca, puedes remojarla en agua fría con un poco de lejía. Otra opción es usar agua templada con amoniaco, pero ten cuidado de no mezclar amoniaco con lejía, ya que puede producir vapores tóxicos. Sigue siempre las instrucciones en la etiqueta de la almohada y de los productos para evitar daños en los tejidos.
Después de aplicar el tratamiento elegido, lava la funda de almohada con tu detergente habitual para eliminar cualquier residuo de suciedad y producto químico. Además, el secado al sol puede ayudar a blanquear aún más los textiles. Recuerda que mantener tus almohadas y ropa de cama limpias y frescas no solo mejora su apariencia, sino también tu confort y bienestar durante el descanso.
Si tras intentarlo no logras eliminar esas manchas y la almohada tiene ya unos años, es el momento de sustituirla y será necesario plantearse la compra de una nueva almohada para ello consulta nuestras recomendaciones.
En el siguiente video, Pepa Tabero, experta en organización doméstica, explica en el siguiente vídeo cómo lavar las almohadas amarillas, sus fundas y cualquier ropa de cama que acaba manchada con el tiempo. Ella aplica un producto quitagrasas de la marca KH-7.
Secado de almohadas. ¿Cómo hacerlo?
El secado al sol es, sin duda, uno de los mejores métodos para secar almohadas y otros textiles. La luz solar no solo ayuda a eliminar la humedad de manera eficiente, sino que también actúa como un desinfectante natural, pero debes tener precauciones como te decimos a continuación.
Secado al sol.
El sol es un excelente agente de sanitización superficial, ya que los rayos ultravioleta tienen la capacidad de eliminar los microorganismos de la superficie expuesta de la almohada. Sin embargo, es importante tener precaución y evitar exponer la almohada directamente al sol durante largos períodos de tiempo. La exposición prolongada al sol puede causar daños en la almohada, como decoloración y deterioro del material. Por lo tanto, es recomendable colocar la almohada en un área donde reciba luz solar indirecta para aprovechar sus propiedades sanitizantes sin comprometer su integridad. De esta manera, podrá disfrutar de una almohada limpia y libre de microorganismos, manteniendo su calidad y durabilidad.
¿Cómo secar rápido una almohada?
Cuando necesites que tu almohada se seque más rápido, puedes recurrir a un truco sencillo y efectivo: utilizar aire frío para acelerar el proceso. Para ello, puedes utilizar un ventilador que sople aire frío a través de la superficie de la almohada. Esto ayudará a evaporar la humedad de manera más rápida, reduciendo el tiempo de secado en una o dos horas.
El ventilador es especialmente útil para secar almohadas con relleno de espuma viscoelástica, ya que este material puede retener la humedad por más tiempo. Al aplicar aire frío, se facilita la evaporación del exceso de humedad, dejando la almohada lista para su uso en menos tiempo.
Recuerda colocar la almohada en un lugar bien ventilado y asegurarte de que esté completamente seca antes de volver a utilizarla. Este sencillo truco te permitirá mantener tu almohada limpia y fresca en menos tiempo, garantizando un descanso óptimo y confortable.
¿Cómo secar una almohada empapada?
Después de lavar una almohada es importante asegurarse de secarla correctamente para mantener su forma y calidad. Un paso crucial es utilizar una toalla para absorber el exceso de humedad que pueda contener la almohada después del lavado. Presionar suavemente la almohada con la toalla ayudará a eliminar el agua atrapada en su interior.
Además, puedes aprovechar la luz solar para acelerar el proceso de secado. Coloca la almohada en un lugar donde reciba luz directa del sol y permita que se seque de forma natural. La exposición al sol ayudará a eliminar la humedad restante y a eliminar posibles olores, dejando la almohada fresca y lista para su uso.
Recuerda que es importante asegurarse de que la almohada esté completamente seca antes de volver a usarla, ya que la humedad residual podría provocar la formación de moho y bacterias. Siguiendo estos pasos, podrás mantener tu almohada viscoelástica limpia y en óptimas condiciones para un descanso confortable y saludable.
¿Qué hacer si tu almohada huele mal?
Para evitar que una almohada coja mal olor, conviene airearla a diario antes de hacer la cama. Si, pese a lavar las fundas y la ropa de cama, percibes que la almohada tiene mal olor, es posible que una buena opción sea recurrir al bicarbonato.
Retira las fundas y espolvorea bicarbonato por encima de la almohada y déjalo actuar varias horas. Luego lo puedes quitar con un cepillo. Si lo haces con un aspirador, debe ser siempre a una velocidad suave para no dañar la almohada.
Si el olor persiste, lava tu almohada pero si la situación no mejora y la almohada tiene ya unos años, quizás sea el momento de plantearse la compra de una nueva almohada para ello consulta nuestras recomendaciones para seleccionar la mejor almohada para ti.
En este vídeo te enseño un truco fácil, muy efectivo y barato para QUITAR el OLOR FEO y rancio de tus toallas y ropa! Veamos «El Rincón de Moniska»